jueves, 28 de junio de 2012

...deja que el viento sople en tu rostro


Todos sin excepción, alguna vez en la vida hemos tenido sueños, anhelos, metas y expectativas que, por una u otra razón no se han hecho realidad. Todos hemos tenido planes que han fracasado, expectativas que se diluyen y personas a nuestro alrededor que nos defraudan y a veces es peor, nos sentimos defraudados por nosotros mismos.

¿Te ha pasado que cuando niño te imaginas cómo será tu vida y de pronto te despiertas y nada de lo que imaginaste se ha hecho realidad? El mundo está lleno de personas afectadas por esto, tratando de descifrar que hacer con sus vidas que no resultaron de la manera que lo esperaban. Algunos se encierran en sí mismos, otros llegan a enfermarse por esto, otros deciden vivir su vida amargamente. Sin embargo aún existen muchos, que a pesar de lo duro que han tenido que vivir, son capaces de renovar sus propias esperanzas.

Quizás te sientas estancado y aburrido, quizás perdiste la fe, decidiste un día no creer. O quizás estás en pleno proceso de huida sin saber claramente donde terminará tu destino. Quizás has dejado de confiar en Dios, en las personas e incluso en ti mismo. O sientes que has perdido el control de tu propia vida, de tu destino y de lo que quieres. Yo mismo he estado así muchas veces, se lo que es caminar ese camino, se lo que es sentir esa angustia, se lo que es llorar decepciones.

Ante toda esta realidad hay algo que siempre tengo claro, y es que no permitiré que las piedras en mi camino nublen la visión de mi destino ni los vientos tormentosos desanimen mi corazón valeroso. No dejes nunca de mirar tu objetivo, lo importante en la vida es descubrir por qué has nacido. Y si piensas que en la vida has fracasado por uno u otro motivo, has una breve pausa, respira muy profundamente, deja que el viento sople en tu rostro, cualquiera sea tu reto vas a superarlo... Porque no importa como se vean las cosas, Dios está contigo y saldrás siempre adelante!!