lunes, 13 de febrero de 2012
...14 de febrero
Se dice que el día de San Valentín se celebra desde el siglo II. La tradición cuenta que en Roma prohibían casarse a los muchachos jóvenes pues existía la creencia que los hombres enamorados no rendían mucho en la guerra pues su corazón estaba más ligado a la familia que a defender el Imperio. En estas circunstancias es que aparece Valentín, un sacerdote cristiano que comienza a proteger las parejas jóvenes y a casarlos a escondidas de las autoridades romanas. Estos hechos no tardaron en llegar a oídos del Emperador quien encierra, enjuicia y ejecuta a Valentín un día 14 de Febrero.
Hoy reviso las redes sociales y me percato que casi todos mis contactos aluden de una forma u otra a este festejo. Es increíble lo arraigado que está en nuestra sociedad tradiciones que vienen de antaño, y que la mayoría ignora que se escribieron con sangre. El comercio, por supuesto está de fiesta, hace eco de esta festividad y ha convertido este día en una excelente oportunidad para aumentar sus ventas. Chocolates, flores, peluches, bombones y poemas de amor se venden por millones en todo el mundo.
No deja de llamarme la atención también, los comentarios que aparecen en casi todos los muros del Facebook. Y no son precisamente los enamorados los que se toman las redes sociales hoy, sino más bien la gente que al parecer se ha visto frustrada en el amor, quienes han sido desilusionado en la vida o bien celebran el hecho de estar solo o sola este día, quizás por que la experiencia de haber amado a alguien muchas veces significó conocer el lado oscuro del ser humano, y con ello miedo a vivir la confianza, el cariño, la ternura y la protección que se siente cuando se es amado.
En la vida he conocido el amor en todas sus facetas, amo increíblemente a mi familia, siento un amor gigante por mis amigos y también he llegado a amar a ese ser especial con todo lo que soy. De muy joven aprendí también que el significado de amar no era buscar a alguien que me hiciera feliz en la vida, sino más bien, buscar a alguien a quien pueda yo hacer feliz con mi vida. Alguien con quien compartir esa fuerza interior que tengo, con pasión y ternura, con dedicación y paciencia, con sosiego y desespero.
Creo en el amor con todas mis fuerzas, el mundo no sería lo mismo sin él. Creo en un amor ilimitado, por el cual muchas veces se sufre. Creo en el amor de pacto, en el que las promesas se cumplen. Un amor que soporta, que tolera, corrige, abriga y alienta. Un amor que no avergüenza, no humilla, no maltrata, no atropella, un amor que es sincero, que es honesto. Creo también en las personas, creo que todos somos capaces de aprender a amar de esta manera. Creo que así soy capaz de amar yo, creo que así merezco ser amado yo.
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