jueves, 16 de febrero de 2012

...el que camina con sabios


“El que camina con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios acaba en la ruina”. El sábado 11 de febrero todo el mundo quedó impactado por la muerte de Whitney Houston, la voz más premiada de todos los tiempos, incomparable estrella que con su don privilegiado deleitó a multitudes en todo el mundo, record de ventas con más de 25 millones de discos vendidos.

A la verdad no fui fanático de su música ni historia hasta que apareció el tema “I look to you” en el año 2009. Desde ahí y por mucho tiempo vi casi todos los videos musicales de su vida y los hits más importantes de su carrera, comencé entonces a interesarme en su historia. Este tema fue la llave que logró todo este interés en mí, su letra me impacta ya que es un clamor profundo de alguien que se siente esclava de su soledad y de sus fracasos, y que a pesar que ve todo perdido se atreve a levantar la cabeza, a mirar al cielo y clamar por ayuda.

Whitney saltó a la fama desde muy joven, a los 11 años ya era solista en el coro de la Iglesia Bautista y a sus 23 años ya no había premio que le faltara. Lo privilegiado de su inigualable voz construyó una escalera directa a la fama y a la gloria, ella llenaba de gracia cualquier escenario con su magnifica presencia y al parecer lo tenía todo. Su brillante carrera, sin embargo, se opacó con un historial turbulento de abusos de drogas a tal extremo que ella misma llegó a decir: “el gran demonio está en mí, soy mi peor enemigo”.

No ha dejado de llamarme la atención también, los titulares de la prensa escrita y de la televisión que hacen un gran énfasis a la responsabilidad que tuvo Bobby Brown (su ex esposo) en el declive de su carrera y de su persona. Acusaciones de agresión doméstica, abuso de drogas y constantes arrestos hicieron desaparecer por completo a la estrella, quien admitió su dependencia de la cocaína y se sumergió en el caos llegando literalmente a tocar fondo.

Pienso en lo lamentable de todo este acontecer y medito en el texto que puse como introducción a esta nota (Proverbios 13:20). Las personas que escogemos como compañía influirán directamente en nuestras conductas, aprenderemos tanto de ellas que serán casi un patrón a seguir. Practicaremos sus costumbres, hablaremos su idioma, reiremos de lo que les causa risa y celebraremos lo que les parece digno celebrar. De ahí lo importante de rodearnos de gente positiva, sana y digna de imitar.

Son muchas las historias como estas que terminan con un triste final, todo avanza perfecto hasta que comenzamos a recibir influencia negativa de personas con las cuales compartimos. Alguien que invita a probar, que induce a descubrir, que pregona el atreverse, arrastrando a muchos al alcohol, a las drogas, y costumbres que no nos traen ningún provecho. Incluso me atrevería a decir, que más de alguien murió en un accidente automovilístico porque su compañero de viaje le animaba a acelerar cada vez más no importando que se conducía alcoholizado.

Aún no se tiene claro los resultados de la autopsia de la celebre cantante y con ello se ignora aún los motivos reales de su muerte. Aunque se especula que ingirió un cóctel de drogas, son muchos los que preferirán creer que ya estaba totalmente rehabilitada y defenderán la tesis de un desvanecimiento. Sea cual sea la realidad, alguien brillante a muerto, brillante en toda su carrera, hasta que escogió la compañía equivocada, un amor que le robó todo lo que poseía, una amistad que la encaminó por los peores caminos del ser humano.

Se hace vida entonces en mí el siguiente texto: “el que camina con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios acaba en la ruina”. El arte entonces de escoger a los amigos correctos y a la persona que será tu compañía en el amor, seguirá siendo una de las habilidades mas grandes de esta vida.

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